Una vez escuché un comentario sobre nuestro programa informático que me pareció ofensivo "Geobase es para tontos..., es decir para Registradores". Luego reflexioné sobre el mensaje que encerraba y me gustó tanto que suelo repetirlo en muchas ocasiones.
Me gustó en primer lugar porque, al ser cierto, destruye una creencia maldita que nos hace mucho daño a los Registradores: gracias a Dios, no somos listos oficiales, simplemente profesionales que pretenden hacer con toda honradez y humildad su trabajo. En segundo lugar, porque descubre la principal virtud del software que lo soporta, su sencillez. Geobase es tan básico que manifiesta con toda claridad la filosofía de nuestro trabajo gráfico registral. Los Registradores identificamos sobre el territorio fincas registrales y no pretendemos hacer mayor análisis espacial que el de la validación individual de cada inmueble inscrito.
Dicho esto, la herramienta se ha quedado obsoleta. Son muchas sus carencias (por ejemplo la base de datos sobre la que trabaja) pero quizás una de las principales sea la imposibilidad de poder trabajar con material actual. Efectivamente, el material con el que trabajamos (ortofotografías, cartografías y catastro) hay que cortarlo, "rasterizarlo" en ocasiones, e "introducirlo" en el programa. El proceso es largo (como mucho se puede hacer una vez al año para toda España), caro, muy caro, en esfuerzo y dinero; y sobre todo defectuoso, porque ese material sobre el que representamos nuestras bases gráficas al día siguiente puede quedar ya desactualizado.
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