viernes, 4 de diciembre de 2009

YO SI ME LO CREO: LA LEY DE ECONOMÍA SOSTENIBLE (I)


En estos tiempos de crisis económica, los Registradores, como tantas otras organizaciones, estamos obligados a adaptar nuestra tradicional función al nuevo modelo económico que se esta comenzando a diseñar. La sociedad necesita que los Registradores nos "reinventemos" a su servicio.

Somos conscientes de que el valor de la propiedad inmobiliaria, tal y como hasta ahora lo hemos conocido, ha de ser sometido a una profunda revisión. En un futuro más o menos cercano (cuanto mas tardemos en encontrar el nuevo modelo mas larga será la crisis) no se tratará simplemente de comprar, vender o hipotecar inmuebles, sino "modos de vida".

Cuestiones tradicionalmente ajenas a la circulación del crédito territorial, como la sostenibilidad, la calidad ambiental, las costumbres o hábitos enriquecedores del ser humano y su entorno, el ahorro energético, el esfuerzo o el respeto, tendrán un valor económico real, los ciudadanos y los agentes económicos transaccionarán sobre ellos para lograrlos o enajenarlos y se convertirán, si no lo están haciendo ya, en valores cotizables al alza en mercados reales.

Ese modelo, además de una nueva actitud por parte de todos, necesita de una legislación adecuada. Esa podría ser, debería ser, la de Economía Sostenible. Esa ley tendría que apostar de manera clara, sencilla y valiente por un nuevo modo de hacer las cosas y en el ámbito de las relaciones entre el Registro y el Catastro por supuesto también. Todas las posibilidades apuntadas anteriormente solo serán posibles si logramos establecer un sistema de información territorial dominical mucho más rico que el actual y necesariamente apoyado en todas las posibilidades que pueden ofrecer ambas instituciones, no solo en una de ellas.

El Anteproyecto (al menos en la materia objeto de este "blog", del resto no opino) resulta decepcionante, un auténtico retroceso. Quiero ser muy claro: ninguna idea nueva (por mucho que seamos ya muchos los que las estemos apuntado), una regulación confusa, complicada, técnicamente muy defectuosa, con cierto sabor a un rancio pasado de "acaparar información" que muchos ya pensábamos superado tras la aparición de la OVC. Durante los próximos "posts" me dedicaré a explicar esta opinión.

Si lo hago es porque creo que se puede trabajar y colaborar en la redaccion de un texto definitivo que responda a lo que muchos creemos que debería ser esta ley. A ello siempre estaremos dispuestos los Registradores.

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