En los últimos tiempos he mantenido conversaciones en tonos (muy abiertos y agradables) que para mi han sido hasta ahora prácticamente desconocidos. No citaré nombres, pero creo que pueden ser de todos (todos los que nos movemos en este mundo de la información geográfica) conocidos.
He hablado con algunos Notarios que trabajan con bases graficas, defienden su ámbito de competencia, el de la fe pública notarial, pero admiten sin ningún tipo de complejo, la necesidad de contar con el trabajo de los topógrafos en la parte descriptiva de los inmuebles.
He hablado con algunos, la verdad es que bastantes, topógrafos, defienden su ámbito de competencia, el aspecto técnico de las mediciones, pero admiten de manera abierta, que su interés es integrarse dentro del sistema de seguridad jurídica preventiva como complemento enriquecedor del sistema y no como alternativa al mismo.
He hablado incluso con algunas personas importantes del Catastro y evidentemente la prepotencia de otros tiempos hoy no existe. Son gente muy consciente de la pesada carga que acarrean y dan la bienvenida a cualquier tipo de idea que sume y no reste al sistema
Y hablo, hablo mucho con mis compañeros registradores y estamos de acuerdo en la función que corresponde al Notario, al Topógrafo y al Catastro y entendemos que cada uno la debería ejercer de manera integrada con la del resto.
También hablo, quizás con los que más, con la gente del ayuntamiento de Lloret de Mar. Estos son los que pueden impulsar definitivamente un nuevo sistema de trabajo que la sociedad está reclamando a gritos.
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