miércoles, 14 de septiembre de 2011

EL NOMBRE DE TEMPLE SIG. REG.


La historia se escribe de una manera a veces completamente opuesta a la realidad. Eso está pasando con el nombre del programa TEMPLE SIG. REG. Resulta que somos más de cincuenta compañeros los que hemos emprendido una aventura cooperativa con la única intención de dotar a nuestros Registros de una aplicación informática verdaderamente nuestra y adaptable a las necesidades que día a día van surgiendo.

Algunos nos llaman “templarios” y otros nos acusan de “templarios”. Los primeros porque representamos valores nobles y admirables, los segundos porque somos una especie de doctrina disidente de la “iglesia” oficial que es la que marca la actual Junta Directiva del Colegio de Registradores.

Lo primero lo negamos porque no defendemos valores diferentes ni más elevados que los del resto de compañeros registradores: queremos lo mismo, solo que estamos utilizando otras herramientas y lo segundo, por supuesto, también: la Junta Directiva del Colegio de Registradores ni es iglesia, ni tiene por cometido dictar doctrina, ni hay doctrina alguna que sea oficial (quizás esto último sí que lo echamos de menos algunos).

En realidad lo del nombre fue de la siguiente manera: Durante el pasado verano, estuve pasando unas semanas en Londres (estas cosas del idioma y los hijos). Todas las mañanas tomábamos el metro para ir a Somerset house y nos bajábamos en la estación de TEMPLE.

Aquella mañana necesitaba un nombre para el programa y por votación familiar se propuso poner al programa el nombre de la estación de metro (he de reconocer que fue mi mujer quien lo propuso mas para que dejase en paz a la familia con el dichoso programa que por lo original o bonito del nombre). Y fue así, sin segundas intenciones.


No hay comentarios: